Riley Gaines, con 23 años, ganó la atención nacional cuando la NCAA (Asociación Nacional de Atletas Universitarias) permitió un hombre, Will Thomas quien se hizo pasar por una mujer, a competir contra mujeres en la competencia final de la natación de 200 metros en Atlanta en 2022. Gaines y Thomas empataron en la carrera final, pero la NCAA le dio el trofeo a Thomas por razones políticas.
“Nunca pensaba que sería algo valiente decir que los hombres y las mujeres son diferentes. Y nunca pensé, habiendo dicho estas cosas, que todo explotaría como ha hecho para mí,” le dijo Gaines al Conejo Guardian durante una visita reciente al Valle Conejo. “Esta es una conversación que jamás pensaba que tendría. Me parece la conversación más básica y obvia que podemos tener.”
Antes de esta carrera controversial, Gaines era una nadadora de la División 1 en la Universidad de Kentucky, sin otra ambición que ganar y convertirse en una endodoncista después de graduarse. Durante su carrera de natación, Gaines ganó doce veces el premio de NCAA All-American, fue campeona cinco veces de SEC, tiene el récord en el “butterfly” de 200 metros, calificó dos veces para las pruebas de los Olímpicos, ganó el premio del “Atleta del Año” del SEC, y fue nombrada la “Lidera del Servicio Comunitario del Año.”
El momento definitivo vino en el 17 de marzo del 2022, cuando la organización NCAA exigió que Gaines y las otras nadadoras compitieran contra un nadador biológicamente hombre, William Thomas, que cambió su nombre a Lia. Thomas había competido durante tres años en el equipo de natación de hombres para la Universidad de Pennsylvania antes de decidir a llamarse una mujer.
Más tarde, Gaines le contó la experiencia de ese día a un comité del Senado: “Estábamos viendo en la línea de banda mientras que Thomas nadó y ganó un titulo nacional en la carrera de “Freestyle” de 500 metros, ganando sobre las nadadoras mas impresionantes y premiadas en el país, incluyendo muchas olímpicas y muchas con récords por muchas longitudes del cuerpo.”
En su carrera contra Thomas, ella y Thomas empataron.
“Tuvimos exactamente el mismo tiempo hasta un centésimo de un segundo. Solamente había un trofeo, y ellos se lo entregaron a Thomas y me dijeron que yo tenia que regresar a casa con las manos vacías,” testificó Gaines. “Y cuando yo les pregunté por qué, una pregunta que no esperaban los jueces, en realidad aprecié la honestidad porque me dijeron que fue necesario por propósitos de publicidad y una foto. Me sentí traicionada. Me sentí menospreciada. Me sentí reducida a una oportunidad publicitaria. Pero mis sentimientos no les importaban. Lo que le importaba al NCAA fueron los sentimientos de un hombre biológico.”
Como otra humillación, la NCAA “me esforzó y mis otras compañeras nadadoras a compartir un vestuario con Thomas, un hombre de altura 6’4”, con 22 años, con los genitales expuestos,” dijo ella. “Déjame ser muy clara sobre esto: No nos avisan antes de que tuviéramos que compartir el vestuario. Nadie nos pidió el consentimiento, y no dimos nuestro consentimiento … Por lo menos, espero que puedas ver la situación como una violación de nuestra privacidad, y cómo es que algunas de nosotras nos sentimos muy incomodas, avergonzadas, y aun traumatizadas por esta experiencia.”
Gaines recordó “la incomodidad extrema en el vestuario” y escuchó “susurros y quejas de frustración de estas mujeres quienes, como yo, habían trabajado la vida entera para llegar hasta esas carreras de natación.”
Dieciséis meses después de esa carrera desgraciada, Gaines es ahora casada y viviendo en un estado en el Medio Oeste de los E.E.U.U. — y está abrazando su rol como una portavoz para las niñas en los deportes.
“Ellos quieren que tú pienses que vas a ser cancelado si hablas de este asunto o si dices algo,” le dijo al Guardian, “pero en realidad, para mí ha abierto puertas y me ha presentado con oportunidades que han cambiado la dirección de mi vida … Me di cuenta que tienes que aprender mientras caminas, tienes que estar dispuesto, tienes que ser adaptable. Así, en este ano pasado, yo he tomado un gran riesgo y me dije que sí — sí a cada oportunidad, cada entrevista con los medios, todo que puedo hacer para ponerme en una posición en cuanto las mujeres y las atletas no siguen siendo ignoradas.”
¿Qué la preparó para su rol repentino de campeona de niñas deportistas?
“Yo creo que varias cosas me prepararon,” dijo Gaines. “En primer lugar, jugando deportes, especialmente en el nivel que yo hice, me dio el liderazgo para hacer lo que estoy haciendo. Hay tanto valor en jugar, en competir. Es más que un logro atlético; es el desarrollo de las características de vida que me han llevado mucho más allá que el deporte preferido. Me ha dado confianza y seguridad.”
En segundo lugar, dijo, era su fe.
“Siempre he sido una persona espiritual, pero en este año, realmente he visto claramente cómo trabaja y mueve Dios, pero también cómo su oposición trabaja y mueve,” dijo ella al Guardian. “Así es mucho rezar, muchas conversaciones con los que me rodean quienes son fuertes en su fe.”
Además, tomando una posición fuerte contras las políticas exigentes durante COVID también la fortaleció para las batallas futuras.
“Durante todas las vacunas y todo eso, especialmente compitiendo en una universidad y siendo una estudiante y atleta cuando ellos trataron a forzarnos a recibir la vacuna—eso fue la primera vez que me enfrenté con la administración y las autoridades, y les dije, ‘No. No queremos hacerlo, y no lo voy a hacer,” dice ella. “Esta me abrió los ojos a cómo quieren controlar lo que estamos diciendo, pensando, sintiendo, y sobre lo ponemos en nuestros cuerpos. Esto me preocupa mucho. Nuestro gobierno no debería tener esta autoridad sobre nosotros.”
Después de “perder” su carrera contra Thomas — quien ahora públicamente apoya la violencia como método para promover la disforia del género — Gaines se graduó con su licenciatura en las ciencias de salud y el derecho de salud. Pero, su enfoque principal es luchar por los derechos de las mujeres en los deportes.
“Los derechos de mujeres a la privacidad, espacios protegidos por un solo sexo, y las oportunidades están siendo traspadas,” dijo Gaines a los legisladores en el Capitol Hill en junio. “Los deportes, las sororidades, los vestuarios, los dormitorios, los refugios, las prisiones. Algunos han tratado a menospreciar a los que luchan por la seguridad, protección, y oportunidades para mujeres, diciendo que son transfóbicos o intolerantes, pero esto no es la verdad … Defendiendo los derechos de mujeres no está en contra de nadie, creyendo en la biología no es intolerante, y siguiendo la ciencia que solamente son dos sexos y que hay diferencias reales entre los dos sexos no es odioso; es la realidad.”
Llevando este mensaje al mundo, dice Gaines, se hace sentir como si estuviera en un equipo ganador.
“Me encanta competiendo bajo la presión,” le dijo al Guardian. “Lo que estoy haciendo ahora me parece semejante a jugando mi deporte a un alto nivel.”
Tiene un mensaje para las mujeres y niñas en el Valle Conejo:
“Sean audaces. Sean empoderadas y sepan que son parte de la mayoría en pensar que los hombres compitiendo contra las mujeres y cambiando la ropa en nuestros vestuarios es una locura,” dice ella. “La gran mayoría de aun los en el Partido Democrático saben que no es correcto … Es algo liberador decir la verdad. Cuando ustedes dicen la verdad y no cumplen con la narrativa que ellos están promoviendo, es como quitando un peso de los hombros. El coraje impulsa más coraje, y hay fuerza en los números, así que estoy animándolas a todas a ser valientes. Van a burlarlas para desanimarlas de hablar la verdad, pero no es nada. Tenemos el sentido común en nuestro lado con nosotros. Tenemos la verdad; tenemos la ciencia, la lógica, la razón. Por eso, hacen estos ataques personales. Cuando ellos hacen esto, es una señal de que ustedes están haciendo la cosa correcta.”
Riley Gaines tiene un podcast “Gaines for Girls” que lanzó en julio para promover la justicia en los deportes de mujeres y para exponer la guerra contra mujeres y niñas.
“Tiene que ver con defendiendo a los que tienen miedo, las que ya no tienen una voz, las niñas jóvenes,” dijo Gaines en su entrevista.
Los invitados del podcast incluyen atletas elites, expertos en la política, profesionales medicales, y gente como ella quienes han perdido algo por la ideología nueva de género.
Como le dijo ella al comité del Senado, “Oigo sobre estas atletas y sus padres. Oigo sobre estas personas que son lastimadas gravemente, como una mujer con heridas permanentes que van a afectarla por el resto de su vida porque ella fue forzada a competir contra un hombre biológico más fuerte. Eso es inaceptable, y la integridad de los deportes femeninos está perdida. No es justo. Es la discriminación y tiene que parar.”